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6-Marzo-2010
Lo primero que sorprende al llegar al aeropuerto de Kuala Lumpur es su modernidad, con ciertos toques que recuerdan a la T4. Se encuentra rodeado de una inmensidad de palmeras y vegetación, lo que sirve de aviso sobre el clima que tendrá que sufrir aquel que quiera adentrarse en la ciudad. Hoy había unos 35ºC y un 100% de humedad que nos ha quitado instantaneamente las ganas de hacer nada. Pero no habíamos venido hasta aquí para rajarnos a las primeras de cambio.
El "Express train" que va en 28 minutos hasta el centro es un tren moderno y también lo es su estación de llegada (KL Sentral), sin embargo tan rapido como el viajero comienza a pasear por las callejuelas que conforman "China town" ese ficticio glamour se diluye y sus sentidos empiezan a ambriagarse de subdesarollo.
Tras deambular por algunas calles hemos llegado hasta la Torre de Comunicación desde la que se tiene una buena vista de la ciudad y como era de esperar de las Torres Petronas. Sorpende ver como numerosos edificios crecen entre vegetación, 20 plantas rodeados de exuberantes arboles tropicales. Seguramente esta es una de las mejores vistas de la ciudad.
Al volver al exterior, alrededor de las 10 de la mañana, la temperatura ya era casi insoportable, el índice de humedad te hace sudar sin parar mientras que la gente local parecen ni tan siquiera advertirlo.
Las torres Petronas están rodeadas por un fastuoso centro comercial. Los centros comerciales parecen ser una enfermedad en esta ciudad, los hay creados para impresionar aglutinando todas las grandes firmas y los hay mucho más modestos, como si hubieran copiado el estilo de uno de aquellos construido en los años 80 en el Sur de Gran Canaria. Sea como sea son un remanso de "frescor" y como si de una droga se tratara, te encargarás de ir saltando de uno en otro, buscando ávidamente su aire acondionado. Sorprende lo silencioso de la ciudad pese a las aglomeraciones y el trafico de ciertas calles principales. También la aparente toleracia entre tradición y modernidad. Vistiendo velo o tratando de encontrar la propia identidad importando ropas y peinados de otros países asiaticos como Japón.
Estos síntomas de camino hacia el progreso se adviete en ciertos detalles, como el hecho de que haya WIFI gratis durante 2 horas en cualquier parte del aeopuerto, cosa de la que deberíamos tomar buena nota o que justificadamente tengan una aerolínea de 5 estrellas a diferencia de la nuestra.
Ha mercecido la pena pasar unas horas recorriendo la ciudad, llenando la retina de estas primeras impresiones. No sé como se podría uno acostumbrar a estas condiciones de calor u humedad, por lo demás estamos convencidos de que esta ciudad tiene mucho "mundillo" por descubrir para el que se quede una temporada.
Tras poco más de dos horas de vuelo ya estamos a punto de sobrevolar Bali, aún faltan 8 horas hasta Auckland aunque en un mapa de la impresión de que esté ahí mismo.
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